Desde que los instrumentos de viento-madera alcanzaran importantes mejoras en el siglo XVIII, se incorporara el clarinete como instrumento habitual, y se culminaran dichas mejoras en los sistemas de llaves del siglo XIX, muchas y variadas han sido las agrupaciones de estos instrumentos en diferentes obras de cámara. Desde simples dúos, a tríos con todo tipo de combinaciones, y al cuarteto formado por los cuatro instrumentos básicos de esta sección instrumental: flauta, oboe, clarinete y fagot.